Hablemos de Sexualidad. Por unos BARRIOS SANOS.
Para garantizar la salud sexual de todas las personas existen los derechos sexuales, que son los derechos humanos que las personas tienen en relación a su sexualidad. Conocerlos es clave para:
- Poder DÍSFRUTARLOS.
- EXÍGÍRLOS cuando no son respetados.
- Ser responsables y CUMPLÍRLOS.
- Cuando nos relacionamos con otras personas.
En 1994 se llevó a cabo en el Cairo la III Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo tras la cual, la Federación Internacional de Planificación Familiar elaboró la Carta de los derechos sexuales y reproductivos. Si bien no se trata de un documento vinculante, sí marca unas pautas de acción y límites muy útiles para el trabajo en materia de sexualidad.
Tanto la Federación Internacional de Planificación Familiar, presente en más de 170 países como su representación en nuestro país, la Federación de Planificación Familiar Estatal, son claras defensoras de estos derechos. A continuación exponemos la Carta de los derechos sexuales y reproductivos:
- Derecho a la vida. La vida de ninguna mujer puede ser puesta en peligro por causa de embarazo o parto.
- Derecho a la libertad y seguridad de la persona. Ninguna mujer debe ser objeto de prácticas como la mutilación genital femenina, el embarazo forzado, la esterilización o el aborto forzado.
- Derecho a la igualdad y a estar libres de todas las formas de discriminación, incluyendo el ámbito de la vida sexual y reproductiva.
- Derecho a la privacidad. Todos los servicios de salud sexual y reproductiva deben ser confidenciales.
- Derecho a la libertad de pensamiento en las cuestiones relativas a la sexualidad y la reproducción.
- Derecho a la información y a la educación, incluyendo el acceso a una información completa de los beneficios, riesgos y efectividad de los métodos de planificación familiar.
- Derecho a optar por contraer matrimonio o no y a formar y planificar una familia. Ninguna mujer puede ser obligada a contraer matrimonio contra su voluntad.
- Derecho a decidir tener hijos/as o no tenerlos/as y cuándo tenerlos/as, garantizando el acceso de las personas a métodos efectivos de anticoncepción.
- Derecho a la atención de la salud y a la protección de la salud, que incluye el derecho a no ser objeto de prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud.
- Derecho a los beneficios del progreso científico, incluyendo las técnicas apropiadas en salud reproductiva.
- Derecho a la libertad de reunión y asociación, que incluye el derecho a sensibilizar a los gobiernos para que prioricen la salud y los derechos sexuales y reproductivos.
- Derecho a no ser objeto de tortura o maltrato, incluyendo los derechos de mujeres, hombres y jóvenes a ser protegidos/as de la violencia, la explotación sexual y los abusos sexuales
La educación sexual es imprescindible. Es un derecho y tiene un importante apoyo social en términos generales.
Educación afectivo-sexual. Educación integral.
Espacios de enseñanza y aprendizaje sobre aspectos biológicos, psicológicos y sociales sobre la sexualidad.
La salud y los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos; son un requisito fundamental para hacer realidad la igualdad de género y el derecho a vivir sin violencia, son esenciales para la salud y están intrínsecamente ligados a la democracia y el Estado de derecho. Su violación constituye una discriminación basada en el género y, más allá, una forma de violencia de género; una violación de los derechos humanos.
Los derechos sexuales y reproductivos han sido reconocidos por la comunidad internacional en pactos de la ONU, OMS Y UE.
Todas las personas tenemos derecho a ejercer el libre control sobre nuestra sexualidad y reproducción sin sufrir discriminación, coacción ni violencia. Esto incluye:
Acceder a información y servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de contracepción;
Elegir si deseo casarme, cuándo y con quién;
Decidir si quiero tener hijos y cuántos, lo cual incluye poder interrumpir un embarazo no deseado
Vivir libre de violencia y prácticas que buscan dominar mi cuerpo y mi sexualidad como la violencia sexual, la mutilación genital y los matrimonios forzados.
El problema:
En todo el mundo, a millones de personas se les impide ejercer los derechos sexuales y reproductivos o son perseguidas si se atreven a hacerlo. Numerosos gobiernos, grupos religiosos, líderes políticos o incluso personas cercanas intentan dictar a quién podemos besar, a quién podemos amar, cómo debemos vestirnos, cuándo podemos tener hijos y cuántos. La falta de control sobre el propio cuerpo y la sexualidad tiene un tremendo impacto, especialmente en la vida de las mujeres y las niñas, pero también se ceba con las personas gays, lesbianas, transgénero, bisexuales o intersexuales.
Defensa y promoción de los derechos. Educación sexual integral, accesible y adecuada a todas las etapas de la vida.