Consideraciones ante el debate suscitado por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León anulando los carriles bicis y los carriles bus-taxis

Nota de prensa 09-06-2022

Esta Federación tiene claro que el objetivo de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento para pacificar el tráfico, implantando carriles bici y bus-taxi exclusivos y peatonalizaciones, es hacer una ciudad más habitable y amable, siguiendo las directrices marcadas por la política ambiental y de movilidad europeas. Ese fue el planteamiento trasladado desde la concejalía de Movilidad en las diferentes reuniones mantenidas con la federación para explicarlas antes de su puesta en marcha y recoger nuestras propuestas. Entendemos que esas medidas deben adoptarse siguiendo los cauces administrativos establecidos, que no siempre están bien definidos.

En este caso, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León considera nulo por no ajustarse a derecho el decreto acordado por el Ayuntamiento de Valladolid donde se establecía “una nueva regulación del tráfico con la peatonalización de varias calles del centro y la habilitación de carriles bici y carriles bus-taxi”, alegando que debería haberse tramitado mediante ordenanza, y no por decreto, pues “se afecta general e intensamente a los derechos de los vallisoletanos”.

No vamos a entrar a valorar la sentencia, más allá de considerar que incluye algunas afirmaciones relativas al uso del espacio público de nuestra ciudad no del todo rigurosas y quizá demasiado ideologizadas. Pero consideramos que supone un precedente que no se da en otras ciudades donde estas cuestiones se regulan por decreto, y que complicará en el futuro cualquier medida tendente a reducir el tráfico, y por extensión, a determinar cómo se puede utilizar el espacio público, el espacio de todos y todas.

Consideramos imprescindible concienciar a la ciudadanía de la necesidad de restringir al máximo los desplazamientos en vehículo privado por la ciudad. Los problemas circulatorios vienen determinados por dos factores: el espacio público destinado al vehículo a motor, y el número de vehículos. Por poner un ejemplo, en la almendra de Valladolid (casco histórico) sólo caben 10.000 coches cuando tenemos un parque que supera los 300.000. Y esos 10.000 coches ocupan un espacio que podría dedicarse a las personas, si todo el centro fuese peatonal, como sucede en otras ciudades de tamaño similar a la nuestra, como Logroño, Oviedo o Pontevedra.

Para ello es necesario mejorar el transporte público, y nos consta que este Ayuntamiento está haciendo un importante esfuerzo en ese sentido. La implantación de carriles exclusivos para bus y taxi han colaborado, al mejorar de forma importante la velocidad comercial y por tanto la calidad del servicio. También hay que favorecer la movilidad alternativa, a pie o en bicicleta. La reducción del tráfico derivada, la implantación de carriles bici y las peatonalizaciones, o al menos la ampliación de aceras, son medidas positivas, que hacen que cada vez más personas se animen a no utilizar su vehículo privado para desplazamientos urbanos. Además, contribuyen a la democratización de la ciudad, al repartir mejor el espacio público entre los distintos medios de transporte, reduciendo paulatinamente la prioridad del vehículo privado, y por tanto de las personas que se desplazan por este medio frente a quien no puede acceder a un automóvil.

Las limitaciones impuestas al tráfico rodado privado por determinadas calles han reducido el número de vehículos que circulan por esos viales, haciéndolo por otros menos saturados, como sucede con los vehículos que desde la avenida Salamanca atraviesan el rio ahora por el puente Isabel la Católica (puente de El Cubo) en lugar de hacerlo por el puente del Poniente. Y en todos los casos, no sólo en Valladolid, la limitación del tráfico rodado supone una mejora sustancial de la calidad de vida para la ciudadanía.

Esta Federación Vecinal apuesta por una ciudad donde se reduzca la contaminación, la emisión de gases nocivos y en la que se pueda pasear sin ruidos ni peligros, donde se faciliten los desplazamientos saludables, andando, en bus, en taxi o en bici, en detrimento del vehículo privado, especialmente en zonas de máxima concentración de escolares, peatones, etc. Valladolid se merece que nuestros gestores la hagan más habitable, amable y acogedora para su disfrute. Por ello les animamos para que implementen más medidas en este sentido, siempre dentro de la legalidad, y continúen este proceso irreversible, que, por otra parte, nos exige Europa y de forma global la habitabilidad de nuestro planeta.