Valladolid es una ciudad de acogida, y acogedora. Según datos de 2018, en nuestra ciudad residían personas de 121 nacionalidades diferentes, 8 personas apátridas, y a mayores, personas con nacionalidad española pero pertenecientes a minorías étnicas. Esta diversidad conforma un crisol de culturas, modos de vida y formas de convivencia que en algunas, pocas ocasiones dan lugar a choques y conflictos que obligan a la intervención de las fuerzas del orden, municipales y/o nacionales.

Los conflictos se generan casi siempre en los espacios urbanos en que se concentran grupos de población minoritaria, que en general suelen coincidir con zonas vulnerables desde el punto de vista urbanístico, económico y social. Pero hay otros espacios de la ciudad, menos identificados, y en los que también se dan problemas; recordemos que el mayor laboratorio de droga descubierto en Valladolid estaba en el barrio de Covaresa…

Nos consta que desde el ayuntamiento se está haciendo un esfuerzo por facilitar la convivencia. En la última legislatura se ha nombrado una delegación de la concejalía de servicios sociales dedicada a la mediación y la convivencia. También es notorio que desde esta Federación se ha insistido todos los años, a través de alegaciones a los presupuestos municipales, para dar más peso  a dicha delegación.

La Federación considera fundamental mejorar la convivencia en todas las zonas de la ciudad antes de que se produzca cualquier conflicto.  Hay que tratar de evitar que sea necesaria la intervención de la policía: es preciso resolver los problemas con el diálogo, el entendimiento y el conocimiento mutuo. Por ese convencimiento llevamos al menos tres años solicitando una “Mesa de la convivencia” de ámbito municipal con participación de todos los agentes sociales, administrativos y cuerpos de seguridad. La hemos solicitado  a la Subdelegación del gobierno y al Ayuntamiento, sin que hasta el momento se haya podido celebrar.  Una mesa amplia, con participación de la Junta de Castilla y León, las concejalías de Servicios Sociales, Educación,  policía municipal y nacional, asociaciones vecinales, de inmigrantes, de población gitana… Una mesa en la que todo el mundo tenga voz, con una cierta periodicidad y vigencia a medio plazo, estableciendo líneas de acción y valorando su utilidad.

Pedimos a este pleno que asuma el compromiso de organizar la primera reunión de esta mesa de convivencia en septiembre, una vez pasadas las fiestas de la ciudad. Valladolid es una buena ciudad para vivir, y la diversidad contribuye a enriquecer a todas las personas, una vez superada la desconfianza inicial a través del conocimiento mutuo; queremos que lo sea cada vez más, una ciudad amable en su conjunto, sin espacios oscuros, donde todas las personas  podamos vivir y convivir manteniendo nuestra cultura y respetando a las demás personas. Para ello es fundamental el  diálogo, y desde esta Federación pondremos todo de nuestra parte para que ese diálogo sea lo más productivo posible.

FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES VECINALES “ANTONIO MACHADO”